
BOLA SURIANA
Bola Suriana es un grupo de música tradicional mexicana fundado a finales de 1989 en Morelia, Michoacán, cuya trayectoria se distingue por un profundo compromiso con la raíz cultural, la memoria histórica y la dignificación de las expresiones musicales del pueblo mexicano.
Desde sus inicios, el grupo ha trabajado con una clara misión: preservar, interpretar y difundir los géneros musicales tradicionales de México, particularmente los sones, corridos, pirekuas y cantos populares de regiones como la Tierra Caliente, la Huasteca, el Sotavento veracruzano y el corazón P’urhépecha de Michoacán.
Su nombre, Bola Suriana, es un homenaje a las tropas del sur que acompañaron a Emiliano Zapata durante la Revolución Mexicana. Esa elección no es casual: el grupo asume desde su arte una posición estética y ética profundamente ligada a la dignidad campesina, a la voz de los pueblos indígenas, y a las causas sociales e históricas que han dado forma a la nación.
35 años cantando lo que somos


Una propuesta musical con identidad
Lejos del folclor vacío o del espectáculo comercial, Bola Suriana se distingue por una propuesta musical auténtica, rigurosa y viva. Su repertorio se construye desde el respeto por las formas tradicionales y una profunda conexión con los territorios y las comunidades. En sus presentaciones, el grupo ofrece piezas que han sido transmitidas de generación en generación, junto con composiciones propias inspiradas en la historia, la poesía popular y la realidad contemporánea de México.
Sus interpretaciones no sólo transmiten belleza y emoción, sino también conocimiento, resistencia y memoria colectiva. Son, literalmente, una forma de narrar la historia del país desde abajo, desde la mirada del pueblo, desde los caminos de tierra y las voces de quienes no siempre son escuchados. Su música tiene raíz campesina, corazón indígena y espíritu rebelde.
Una trayectoria con huella internacional
Durante más de tres décadas, Bola Suriana ha llevado su música a los más diversos escenarios de México y el mundo. Han participado en la mayoría de los Festivales Nacionales, ferias del libro, encuentros culturales, foros académicos, conmemoraciones oficiales y giras comunitarias, representando con dignidad la riqueza musical de nuestro país.
Su presencia ha sido constante en Festivales Internacionales de música tradicional y músicas del Mundo y en eventos culturales de gran importancia en Dinamarca, Rusia, China, Suecia, Alemania, Groenlandia, Noruega, Finlandia, Grecia, Lituania, Cuba, Argentina, Bolivia, Puerto Rico, Chile, Canadá y gran parte de Estados Unidos, dejando siempre una huella de autenticidad, calidad artística y compromiso cultural.
Integración musical y artística
El sonido de Bola Suriana se distingue por el uso de instrumentos tradicionales como la jarana, el violín, la vihuela, el requinto jarocho y percusiones tradicionales, así como por su riqueza vocal y su capacidad de transmitir emociones profundas sin artificios.
Sus arreglos respetan las formas populares, pero incorporan una cuidada construcción armónica y vocal que eleva cada interpretación. La unidad del grupo, su sensibilidad escénica y su presencia en vivo son parte esencial de su impacto.
Hoy
Actualmente, Bola Suriana continúa más activo que nunca, presentándose en foros culturales, ferias nacionales e internacionales, universidades, teatros y escenarios comunitarios. Su trabajo es requerido tanto por instituciones culturales como por festivales independientes, y sus seguidores incluyen desde melómanos jóvenes hasta estudiosos de la tradición musical mexicana.
Su legado no está en la nostalgia, sino en la vigencia. Y su voz, como su nombre, sigue siendo suriana: del sur del corazón, del campo, de la memoria, de la dignidad.




Música, pedagogía y conciencia
La actividad de Bola Suriana no se limita solamente a grandes escenarios. Desde su nacimiento, el grupo ha apostado por un trabajo integral de difusión del patrimonio musical mexicano. Han realizado talleres de formación musical, grabaciones educativas y desde hace 31 años constantemente participan en conciertos didácticos en planteles educativos de todos los niveles en colaboración con instituciones académicas del Estado de Michoacán.
A lo largo de su historia han producido 23 discos temáticos. Su discografía reúne un valioso mosaico sonoro que va de los ritmos populares de México a los ecos musicales de América Latina, desde las canciones de lucha campesina hasta las fiestas populares y las obras de poetas musicalizados.
Su enfoque pedagógico se basa en la creencia de que la música tradicional no pertenece al pasado, sino al presente colectivo: es herramienta de identidad, de resistencia y de conciencia.
Un grupo con causa
El arte de Bola Suriana se posiciona claramente en defensa de las culturas originarias, la justicia social y la memoria viva del pueblo. En tiempos de olvido, su música recuerda. En tiempos de violencia, su canto propone paz. En tiempos de banalidad, su arte ofrece raíz y sentido.
Este grupo no busca únicamente entretener: busca conmover, despertar, sembrar.
Han participado en movimientos y actividades a favor de los derechos humanos, la diversidad lingüística, la defensa del territorio y la dignidad de los pueblos originarios. Esa coherencia entre lo que cantan y lo que viven los ha convertido en referentes éticos y estéticos dentro del panorama cultural mexicano.